Mientras el país se convulsiona ante tanta violencia, los niños vienen siendo algo así como un gran salvavidas; son un gran alivio en medio de la tormenta para todo padre y por supuesto, para todo abuelo porque son los que nos motivan a seguir adelante.
En la foto y sirviendo un vasito con agua fresca, se ve a mi Angie ( nieta) en su escuelita haciéndola de emprendedora.
Ella es la que sirve y su compañerita es la que recibe el dinero del porte…Angui me vio entre la gente y a grito abierto me dijo:
¡Abuelo….Abuelo, aqui está tu agua fresca, son 20 pesos…págame!
Y me sirvió el vaso de agua de limón, que me pareció era de melón pero que sabía a jamaica, pero bueno, haya sido cual haya sido el sabor, estaba riquisima y recuerde, siempre hay que apoyar al emprendedor, y más si esos emprendedores son niños.
Muy bien por los directivos del Helen Keller, en especial a su directora Emma Posada, que aún siendo unos niños ya les enseñan como pueden aprender un oficio o al menos cómo deberán de emprender o manejar un negocio sea cual sea.
¡Felicidades por eso maestros…!