SE FUE EL 2023 Y LLEGÓ EL 2024
Al final de esos 365 días que se fueron hace unas cuantas horas, la vida siempre nos da la oportunidad para reflexionar, hacer un balance de lo que hicimos durante todo ese tiempo; de lo que nos salió mal y por supuesto de lo que hicimos bien y eso naturalmente que eso forma parte del aprendizaje del año que se va.
En este mes de diciembre, todos y cada uno de nosotros festejamos cada quien a su manera; lo hacemos con los amigos, con la familia, compañeros de trabajo, con el vecino y con todo aquél que quiera celebrar el año que cierra y brindar siempre porque el año que se acerca nos vaya bien a todos; ése es el deseo de todos mientras nos damos el tradicional abrazo.
Por eso –insisto – a escasas horas de que se acabe 2023, es necesario hacer una reflexión sobre lo que significó a nivel social, familiar y personal, pues sin duda, nos trajo vivencias y enseñanzas inesperadas a todos y cada uno de nosotros.
Aunque en menor escala, porque finalmente el peligroso virus del coronavirus nos dejó respirar, éste diciembre nos mostró una nueva forma de vida, a la que ya bautizamos como nueva normalidad, sin embargo, debo mencionar que aún esta mortal enfermedad no se ha ido del todo y sigue vigente, con otras variantes, como dije antes, en menor escala, pero igual de peligroso. ¡El cuidarnos ya depende de nosotros!
Hay mucho en qué pensar, mucho en qué reflexionar. Durante este tiempo aprendimos a compartir a distancia con los demás, por supuesto, haciendo uso de las redes sociales, situación que quiérase que no, nos han dado la tranquilidad de seguir adelante, perteneciendo a algunos grupos con los que queremos seguir en contacto y alejándonos de quienes – aunque veamos – necesitábamos desaparecer y desprendernos de ellos.
Consecuentemente, este año que ya está feneciendo, nos dio el tiempo para mejorar y arreglar lo que se necesitaba; redistribuimos los presupuestos de casa; nos hicimos más ordenados y disciplinados; aprendimos a perder menos el tiempo y dejar de desear los lujos, ir al grano y no andar con rodeos. También aprendimos que lo de hoy, lejos de buscar tener los lujos como dije antes, el verdadero lujo es pedirle a Dios que nos conceda la salud, el trabajo y por supuesto, la necesidad número uno, que es la inseguridad que priva en todo el país. ¡Ya lo demás lo buscamos nosotros mismos!.
Algunos decidimos ejercitarnos en busca de mantener una buena salud, poner a prueba nuestros cuerpos y nuestra fuerza física…… yo lo tomé en serio y puse en práctica lo de “mente sana en cuerpo sano”. La verdad que si ‘’jala’’, solo es cuestión que te lo propongas. ¡sí señorrrrr!
En lo particular, he estado muy ocupado atendiendo lo mío, a mis hijas, nietos, sus necesidades y a cambio, la vida me dio el enorme regalo de celebrarles sus cumpleaños en familia, espero en Dios que así continué por mucho tiempo.
¡Y que no se diga más! Eso de sumar años y festejarlos en familia, es de lo más hermoso que te pueda pasar. Constaté lo hermoso y satisfactorio que es celebrar el aniversario de la unión y la complicidad, de haber superado problemas y tener hijos y luego nietos, esas pequeñitos que existen por ti, que te abrazan y te recuerdan el inicio de una familia y te dan un amor muy diferentes al de los hijos, o al menos eso es lo que creo que siente un abuelo.
¡Salud!
¡ESTAMOS LISTOS…..BIENVENIDO EL 2024!
