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AL VUELO-Motel 

por Joel Cárdenas

Por Pegaso 

Esta jocosa historia, de un autor anónimo, la vi en Internet apenas anoche y me causó mucha gracia: 

EL MOTEL CHABELITA….. MUY ECONÓMICO… PERO EXIGENTE!!!! 

Para los que nunca han ido y conocido el MOTEL CHABELITA, ahí les va para que no se sorprendan. 

El otro día fui al motel Chabelita para desaburrirme un rato, cuando llegué al lugar observé dos puertas, y en cada una había un letrero. 

En una de las puertas puerta decía: 

“Si es viejo entre por esta puerta». 

Y en la otra decía: 

«Si es joven entre por aquí” 

Y pensé: No soy tan joven pero tampoco tan viejo, bueno me voy a meter en la puerta de los viejitos para llevármela suave. 

Cuando entré vi dos puertas y un letrero que decía: 

“Si lo tiene grande entre por esta puerta y si lo tiene chiquito entre por aquí” 

Y dije: Pues…, me voy por la que lo tienen chiquito, pues ya para que presumir.  

Cuando entré me encontré con dos puertas más y un letrero que decía: 

“Si tiene mucho dinero, entre por esta puerta y si no tiene, entonces entre por esa otra.» 

Y pos decidí meterme a la puerta de los que no tienen dinero. 

Al cruzar la puerta me di cuenta que salía a la calle de nuevo y sorprendido volteé a ver, y sobre la pared había un letrero que decía: 

“Si ya estás viej0, lo tienes chiquito y no traes dinero ¡que chingaos vas a hacer aquí adentro!  ¡Lárguese a dormir a su casa pinche viejo pendejo y calenturiento!… 

¡Je, je, jeeee! 

Eso me recordó otro chistorete que dice así:  

En esta vida, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si estás sano o estás enfermo. 

Si estás sano, no te preocupes, pero si estás enfermo, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si te mueres o si vives. 

Si vives, no hay de qué preocuparse, pero si te mueres, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si te vas al cielo o si te vas al infierno. 

Si te vas al cielo, no hay de qué preocuparse, pero si te vas al infierno, vas a estar tan ocupado saludando a la raza que ni tiempo tendrás de preocuparte. 

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso, cortesía de The Reader’s Digest: “La hilaridad, medicamento indubitable”. (La risa, remedio infalible).

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